miércoles, 7 de julio de 2010

Inteligencia

QUE ES REALMENTE LA INTELIGENCIA

La inteligencia es la capacidad que tiene el cerebro humano para procesar la información que recibe del exterior, y a su vez es la capacidad de recoger esta del mundo que le rodea, a pesar de que el hombre, no es el animal que posee la mayor agudeza visual, ni auditiva, si es el único capaz de descifrar un lenguaje escrito y hablado, gracias a su inteligencia, La inteligencia depende de la estructura que tenga el cerebro y las vías de acceso que lo comunican con el mundo externo. La inteligencia se podría dividir en dos; LA FÍSICA Y LA INTELECTUAL y a pesar de que vemos muchas personas que poseen una de las dos, esto no implica que no se puedan, ni se deban poseer las dos, lo cual seria lo ideal. Esto se debe a que solamente se adapto la estructura cerebral para un solo tipo de inteligencia, por eso vemos científicos casi incapaces de practicar un deporte de manera satisfactoria o a un deportista con un nivel cultural y expresivo casi doloroso.
La estructura cerebral de la cual depende la inteligencia se forma y se refuerza desde que nacemos hasta los seis años por eso es común oír de deportistas o músicos geniales, que mostraron sus habilidades desde muy temprana edad, cuando la realidad es que gracias a que fueron estimulados conciente o inconscientemente a esta edad ellos llegaron a ser geniales, de la misma manera que vemos a una persona musculosa capaz de levantar objetos pesados, no gracias a sus fuerte músculos, sino que sus músculos se deben gracias a que levanto objetos con la frecuencia, intensidad y duración necesarias para llegar a ser fuerte y musculosa.

EL TAMAÑO DEL CEREBRO Y LA INTELIGENCIA

En un par de ocasiones se ha desatado aquí la polémica acerca de la relación entre el tamaño del cerebro y la inteligencia. Y no es raro que no se haya llegado a ningún acuerdo, pues ni los mismos expertos coinciden entre sí.
Por lo menos los científicos están de acuerdo en una cosa: Un cerebro grande no garantiza una gran inteligencia.
Hay un segundo punto en el que los científicos también se ponen de acuerdo: Un cerebro pequeño (como el de una hormiga, por ejemplo) no se relaciona con una gran inteligencia.
Sin embargo, entre estos dos postulados, hay un mar de discrepancias. Si el tamaño del cerebro determinara la inteligencia, las ballenas (7.8 kg) y los elefantes (4.7 Kg) serían mucho más inteligentes que nosotros, y al parecer no lo son.
Lo que parece determinar la inteligencia (por lo menos en parte) es la relación entre el cerebro y la masa corporal y la complejidad de los lóbulos frontales (la parte justo detrás de nuestra frente). Nuestro cerebro pesa alrededor de 1.35 kilos, pero representa el 2% de nuestro peso corporal. En cambio, el cerebro de un elefante pesa 4.7 kilos, pero representa el 0.01 de su peso corporal.
Los chimpancés (350 g.) son más inteligentes que los gorilas (430 g) pues su masa corporal es menor, en relación con el tamaño de su cerebro, pero esta “teoría” se aplica sólo a cerebros suficientemente grandes como para albergar complejas redes de sinapsis. Nunca esperaríamos que un ratón (2 g) o un gato (30 g) aprendieran a programar en PHP.
Así pues, parece ser un problema tanto de tamaño como de arquitectura, de diseño. La forma en que nuestras neuronas se organizan, y el número de las mismas, es lo que nos hace más o menos inteligentes.


ESTIMULACION TEMPRANA PARA EL DESARROLLO DEL
CEREBRO DEL NIÑO Y LA INTELIGENCIA



El periodo infantil es el más importante en la vida del niño, no sólo porque es de vital importancia para el desarrollo emocional sino porque en esta etapa (0 a 6 años) el desarrollo del cerebro del niño se realiza de manera espectacular.

El cerebro humano es portador de la inteligencia, ésta se encuentra extendida en todos los puntos de la masa cerebral y utiliza en cada momento partes del cerebro para la realización de sus funciones.
Por ello se plantea que la masa neuronal es el órgano de la inteligencia y responde a las necesidades del comportamiento intelectual (del pensamiento) del hombre, es decir, la inteligencia es el factor determinante del comportamiento intelectual y la materia neuronal es simplemente el soporte. El cerebro, por tanto, le es necesario a la inteligencia para que su acción sea una acción estrictamente humana .

Nuestro cerebro está constituido por neurona, una sola neurona, puede ser utilizada para múltiples funciones, e incluso componentes de un circuito pueden ser utilizados en distintos contextos para distintas funciones. Lo verdaderamente importante es que existan estos circuitos, que esas sinapsis, esas conexiones neuronales, se constituyan. Podemos establecer conceptualmente que cuantas más conexiones neuronales haya, cuanta más sinapsis haya, más capacidades podrá deparar ese cerebro.

El niño no es un hombre pequeño; es un ser en desarrollo y de todas sus estructuras orgánicas la más inmadura es su sistema nervioso. Terré nos dice que al nacer, el niño cuenta con gran cantidad de neuronas, pero éstas aún no han alcanzado su total desarrollo, aún están inmaduras, los hemisferios cerebrales aún no entran en funcionamiento, es aquí donde se hace importante mencionar que la cantidad y calidad de los estímulos van a permitir el desarrollo potencial del niño. La inteligencia es una cualidad esencial de la masa neuronal del cerebro y utiliza en cada momento partes de cerebro para la realización de sus funciones. Los estudios revelan que el hemisferio derecho se relaciona con la expresión no verbal y el hemisferio izquierdo con la expresión verbal.

Cuando el niño nace, o incluso in útero, es decir, en el momento en que el cerebro se empieza a formar, las posibilidades de conexión son prácticamente ilimitadas y a partir de ese momento las posibilidades de constituir nuevos circuitos van disminuyendo. Así, las posibilidades a los 0 años son ilimitadas, a partir de los 7 años son muy escasas, pero a los 3 son mucho mayores que a los 5, y a los 5 son mucho mayores que a los 7, y así sucesivamente. De algún modo, pueden plantearse, que el adulto, ya no a los 7 sino a los 15, a los 20 años, aprende nuevas cosas, aprende nuevas habilidades, sin duda. Pero las aprende utilizando conexiones que ya tiene establecidas. Y esto es importante, porque aquello que no se haya constituido en los primeros años de vida ya no se va a constituir. Esto es duro, como mínimo, va a ser muchísimo más difícil, por no decir imposible, constituirlo.

Por tanto, el objetivo es conseguir el desarrollo del mayor número posible de conexiones. Desarrollar, mantener y usar. Cuando el niño nace e inclusive antes, empieza una carrera contra reloj, en la que cada día que no se utiliza se pierde para siempre. Con lo cual, si las posibilidades de desarrollo cerebral del niño se restringen no va a ser culpa del niño, sino va a ser responsabilidad del medio en el que se halla, de la familia y/o los educadores.

La estimulación depende de del proceso de maduración cerebral, éste será e que marque cuáles deben ser en cada momento los estímulos aportados por el medio. Los pediatras y los embriólogos conocen bien el calendario de desarrollo, y sobre ello elaboramos las estrategias o actividades de estimulación temprana.

ESTIMULACIÓN ADECUADA

¿En que momento se pueden empezar a aportar esos estímulos? Conceptualmente, tan pronto como los órganos sensoriales aparezcan y sean accesibles. In útero, ya hay órganos sensoriales. La piel se forma alrededor de los 60 días, el vestíbulo alrededor de los 90 días de gestación, etc. El feto in útero, oye. Distintas experiencias han demostrado que el niño es capaz de reconocer música que oye durante el embarazo de la madre.

A partir del momento en el que el niño nace, por una parte prosigue su desarrollo orgánico, es decir, el cerebro no ha terminado de crecer y de madurar en el momento del nacimiento, ni mucho menos, le quedan años de evolución. De hecho, a partir del momento del nacimiento, la duplicidad del volumen y tamaño cerebral no se va a volver a dar en ningún momento de la fase de la vida de ese sujeto, con lo cual, los primeros meses, los primeros años y cuanto más cerca del principio estemos, más van a ser absolutamente vitales en todo el futuro del niño y del adulto que como consecuencia de él se forme. Además, a partir de ese momento, todos los órganos sensoriales son accesibles, por lo que podemos actuar sobre todos ellos, sin las limitaciones que conlleva el que el niño esté in útero. Por tanto, conceptualmente, debemos rodear al niño a partir del momento del nacimiento, de aquellos estímulos que aporten mayor cantidad de energía y sean más vastos, más amplios de espectro.

Está comprobado que con la estimulación temprana ayudamos a potenciar la capacidad de aprender de los niños y a su vez ayudamos a desarrollar el potencial intelectual que el niño trae al nacer. El desarrollo del cerebro de un bebé aún no se ha completado al momento de nacer y todo lo que él vea, escuche, toque y sienta antes de los tres años será de suma importancia para determinar como crece y el tipo de conexiones que hará a nivel neurosensorial. A mayores conexiones neuronales más rico será el cerebro.

EL CEREBRO EMOCIONAL

El cerebro humano está formado por varias zonas diferentes que evolucionaron en distintas épocas. Cuando en el cerebro de nuestros antepasados crecía una nueva zona, generalmente la naturaleza no desechaba las antiguas; en vez de ello, las retenía, formándose la sección más reciente encima de ellas.
Esas primitivas partes del cerebro humano siguen operando en concordancia con un estereotipado e instintivo conjunto de programas que proceden tanto de los mamíferos que habitaban en el suelo del bosque como, más atrás aún en el tiempo, de los toscos reptiles que dieron origen a los mamíferos.

La parte más primitiva de nuestro cerebro, el llamado ‘cerebro reptil’, se encarga de los instintos básicos de la supervivencia -el deseo sexual, la búsqueda de comida y las respuestas agresivas tipo ‘pelea-o-huye’.

En los reptiles, las respuestas al objeto sexual, a la comida o al predador peligroso eran automáticas y programadas; la corteza cerebral, con sus circuitos para sopesar opciones y seleccionar una línea de acción, obviamente no existe en estos animales.
Sin embargo, muchos experimentos han demostrado que gran parte del comportamiento humano se origina en zonas profundamente enterradas del cerebro, las mismas que en un tiempo dirigieron los actos vitales de nuestros antepasados.

Aun tenemos en nuestras cabezas estructuras cerebrales muy parecidas a las del caballo y el cocodrilo’, dice el neurofisiólogo Paul MacLean, del Instituto Nacional de Salud Mental de los EE.UU.

Nuestro cerebro primitivo de reptil, que se remonta a más de doscientos millones de años de evolución, nos guste o no nos guste reconocerlo, aún dirige parte de nuestros mecanismos para cortejar, casarse, buscar hogar y seleccionar dirigentes. Es responsable de muchos de nuestros ritos y costumbres (y es mejor que no derramemos lágrimas de cocodrilo por esto).


PENSAMIENTO, CONOCIMIENTO, INTELIGENCIA

El hombre para poder actuar y poder realizarse requiere de la asimilación de ideas, juicios, teorías. Pero para lograr esto y pretender lograr un conocimiento, 1° se tiene que aprender a pensar. Los conceptos de inteligencia y pensamiento están relacionados. La mayoría de nosotros suponemos que cuanto + inteligente es una persona este es un pensador eficaz. Es un hecho que se puede ser muy inteligente y pensar pobremente o viceversa. El pensamiento es una habilidad.
Para pensar hay que practicar.
Inteligencia… es innato, es un equipamiento mental, tiene que ver con el manejo cognitivo, con la actividad mental, con la energía intelectual; y desempeño de la memoria.
Conocimiento… formado como estructura dinámica, con datos e información, operados en el cerebro por la inteligencia a través de ejercicios mentales y habilidades del pensamiento, que crea un modelo de la realidad en la mente.
Pensamiento… es un conjunto de habilidades creadas por la mente, las cuales al practicarlas desarrollan estrategias para manejar los conocimientos y ser una persona eficaz.
• Se puede aprender a pensar bien y no pobremente.
• Es una actividad que al practicarla va mejorando y afinando para la resolución adecuada de problemas.
•Incluso con la práctica llegan a pre-codificar patrones de conducta aprendidos.
De acuerdo con B.Lonergan (jesuita canadiense) del pensamiento depende como conocemos, como actuamos, cómo resolvemos problemas; si somos creativos o no, el autoestima, poder de decisión, etc.
A través de ejercicios mentales ubicados en tres niveles… los cuales constituyen la estructura dinámica del conocimiento humano (la cual siempre cambia, pues aparecen cosas nuevas, emociones, etc.)
1.- nivel empírico: atender: es recoger los datos de sentido de conciencia, querer estar, darte, participar con interés, intención… aplicar sentidos…y entender cuando nos comprometemos con nuestra sensibilidad e inteligencia, pasamos de ser atentos a ser inteligentes.
1.1.- inquirir=preguntar… propio del sujeto inteligente ¿Por qué, para que…?
1.2.-operación= imaginar, ilustrar, ejemplificar, concretar…
1.3.-comprender= hacer lo inteligible, pensar, organizar, encontrar…
1.4.-concebir=idea
1.5.-formular=describe y define
2.- nivel racional: reflexionar… es esclarecer, ponderar la evidencia, probar, comprobar, y razonar. Juzgar… es emitir un sí o no, o no sé, es valorar.
3.- nivel responsable: decidir… es deliberar a través de cuestionar y responder tomando una opción- si o no- , con compromiso responsable.
Por lo que si queremos obtener un buen conocimiento se debe aprovechar la inteligencia y fomentar las habilidades del pensamiento crítico; a nivel intelectual y racional. El cual es analítico, formal y lógico. Y creativo: a nivel empírico, racional y responsable. Esto es libre, informa, original…Practicar es llevar algo a cabo, realizar, hacer una acción…es verbo no sustantivo.

EL APRENDIZAJE
Definir el Aprendizaje no ha sido tarea fácil, por lo que existen gran cantidad de conceptos, tantos como teorías que lo explican. Para poder entender los estilos de aprendizaje es necesario explorar las diferentes teorías que subyacen en ellos. Sin embargo, antes de explorar dichas teorías, se puede decir de forma ecléctica, que el aprendizaje es un proceso de adquisición de una disposición, relativamente duradera, para cambiar la percepción o la conducta como resultado de una experiencia. Tomando en cuenta la importancia desde el punto de vista pedagógico, se pueden resumir en ocho tendencias o teorías que explican el aprendizaje, las cuales se exploraran brevemente: Teorías Conductistas, teoría Cognitiva, la teoría de Sinérgica, topología de R. Gagné, teoría Humanística, teorías Neurofisiológicas, teorías de la Elaboración de la Información, enfoque Constructivista.

LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE

El ser humano es único e irrepetible. Esta singularidad establece una gran diversidad para percibir e interpretar la realidad, adquirir y procesar la información, pensar, hablar y actuar. Decir que las personas, tanto niños como adultos, aprenden de forma distinta, resulta evidente. Para eso no hay más que analizar como cada uno prefiere un ambiente, una situación, unos métodos, un tipo de ejercicio, un grado de estructura. En definitiva la experiencia refleja que se tienen diferentes Estilos de Aprender. El concepto de estilo suele utilizarse para señalar una serie de distintos comportamientos reunidos bajo una sola etiqueta. Los estilos son algo así como conclusiones a las que se llegan acerca de la forma como actúan las personas. Resultan útiles para clarificar y analizar los comportamientos. Las teorías de los estilos de aprendizaje tratan de dar una respuesta a la necesidad de "aprender a aprender", entendiéndose este como el conocimiento y destrezas necesarios para aprender con efectividad en cualquier situación que se encuentre el individuo.



La expresión estilo de aprendizaje se ha descrito de diversas maneras:

• Se basa en características biológicas, emocionales, sociológicas, fisiológicas y psicológicas.
• Es todo aquello que controla la manera en que se capta, comprende, procesa, almacena, recuerda y usa nueva información.
• Es la combinación de preferencias que una persona tiene de formas de pensar, herramientas de aprendizaje, maneras de relacionarse con otros, o diversas experiencias de aprendizaje.
• Son las virtudes naturales de aprendizaje de una persona, sus dones individuales, e inclinaciones.
• Es la manera en que cada niño percibe el mundo de manera distinta.
• Es la manera en la que un aprendiz comienza a concentrarse sobre una información nueva y difícil, la trata y la retiene.
• Se refiere al hecho de que cada persona utiliza su propio método o estrategia a la hora de aprender.
• Surge como efecto de diversos factores y representa el estilo más natural de aprender.
• Son rasgos cognitivos afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los alumnos perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje.

Los estilos se caracterizan por un haz de estrategias de aprendizaje que se correlación de manera significativa, es decir que su frecuencia de aparición concurrente permite marcar una tendencia. Sin embargo, ello no significa que en un mismo sujeto no puedan aparecer estrategias pertenecientes a teoría o distintos estilos de aprendizaje. De este modo, cuando se habla de estilos de aprendizaje, se tienen en cuenta los rasgos cognitivos, los estudios de Psicología Cognitiva donde se explica la diferencia entre las personas con respecto a la forma de conocer, este aspecto es el que se caracteriza y se expresa en los Estilos Cognitivos.



VIDEO SOBRE APRENDIZAJE Y SUS ESTILOS:


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ANEXOS

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